Con motivo del día mundial sin tabaco (31 de mayo)
podemos recordar a los fumadores que desde la farmacia les ofrecemos apoyo y
productos para ayudarles a dejar de fumar. Aprovechemos este día para recordar que la farmacia puede hacer mucho por esta causa.

En cambio, es probable que prestes una ayuda más individualizada, que tengas algún programa para ayudar a dejar de fumar; en ese caso también puedes aprovechar estos días para promocionarlo (redes sociales, escaparate…). Si no lo tienes, creo que es una buena época para valorar si te merece la pena implantarlo; seguramente no vas a ganar dinero directamente con este servicio, pero sí mejorarás la imagen de la farmacia y, si tiene éxito, aumentarás el número de clientes fieles y satisfechos.
Para los que no se imaginen como puede ser un programa de ayuda a la deshabituación tabáquica desde la farmacia comunitaria, os dejo aquí unas pinceladas de mi propuesta. Este programa puede ser llevado a cabo por un solo farmacéutico de la farmacia (hablo de que lo lleve sólo una persona para evitar que algo muy sencillo se vuelva un caos), de tal manera que cuando alguien quiera participar le remitamos a este farmacéutico. Este farmacéutico evaluará la dependencia del fumador (quizá realizando el Test Fagestrom y un registro de los cigarrillos que se fuma a lo largo del día), seguidamente decidirá junto al paciente que técnica seguir (si de eliminación repentina o de reducción gradual del numero de cigarrillos), después se le dará unas pautas diarias y nuevos hábitos y, finalmente (o en próximas visitas), si fuera necesario su uso, se le aconsejará sobre los productos que ofrecemos en la farmacia y sobre otro material que le pueda servir de ayuda. Para realizar un buen seguimiento se debe fijar próximas visitas para evaluar si el paciente consigue sus objetivos o debemos modificar las pautas que sigue. También es interesante darle alguna dirección de correo (o incluso whatsapp) para que pueda comunicarse con nosotros fácilmente si tiene alguna duda.
Porque dejar de fumar no es fácil, pero con ayuda de un profesional sanitario está comprobado que aumentan las posibilidades de éxito. Quizá el fumador que quiere dejarlo no lo sepa... ¿por qué no recordárselo?
Para los que no se imaginen como puede ser un programa de ayuda a la deshabituación tabáquica desde la farmacia comunitaria, os dejo aquí unas pinceladas de mi propuesta. Este programa puede ser llevado a cabo por un solo farmacéutico de la farmacia (hablo de que lo lleve sólo una persona para evitar que algo muy sencillo se vuelva un caos), de tal manera que cuando alguien quiera participar le remitamos a este farmacéutico. Este farmacéutico evaluará la dependencia del fumador (quizá realizando el Test Fagestrom y un registro de los cigarrillos que se fuma a lo largo del día), seguidamente decidirá junto al paciente que técnica seguir (si de eliminación repentina o de reducción gradual del numero de cigarrillos), después se le dará unas pautas diarias y nuevos hábitos y, finalmente (o en próximas visitas), si fuera necesario su uso, se le aconsejará sobre los productos que ofrecemos en la farmacia y sobre otro material que le pueda servir de ayuda. Para realizar un buen seguimiento se debe fijar próximas visitas para evaluar si el paciente consigue sus objetivos o debemos modificar las pautas que sigue. También es interesante darle alguna dirección de correo (o incluso whatsapp) para que pueda comunicarse con nosotros fácilmente si tiene alguna duda.
Porque dejar de fumar no es fácil, pero con ayuda de un profesional sanitario está comprobado que aumentan las posibilidades de éxito. Quizá el fumador que quiere dejarlo no lo sepa... ¿por qué no recordárselo?
[1] www.aecc.es, tienen sedes en todas las
provincias.